Tengo 24 años, y soy de Madrid, España
Toda mi vida, desde pequeño, me han apasionado los deportes
Siempre fui un chico normal, una familia maravillosa, buenos amigos, un estudiante normal
Hasta aquel fatídico día…
Yo tenía por aquel entonces 17 años, era un adolescente en pleno crecimiento.
Salía del colegio dirección a casa con mi moto, cuando inesperadamente un coche me llevó por delante, cometiendo una grave infracción de circulación, la cual, estuvo a punto de costarme la vida.
Ese día, debió de ser horrible para la gente que estaba a mi lado, mi familia, mis amigos, mis profesores, mis compañeros.
No quiero ni pensar como debe de ser para una madre que te hagan esa llamada de teléfono.
Mis amigos y profesores acudieron corriendo al lugar del accidente, todos ellos estuvieron a mi lado hasta que llegó la ambulancia.
Yo tengo recuerdos pasajeros de esa tarde… Pero si recuerdo bien el día siguiente, cuando me desperté en el hospital, es algo que jamás se me olvidará.
Pensaba que todo había sido un sueño, pero poco a poco me empecé a dar cuenta de lo que pasaba, vi camas a mi alrededor con gente que no parecía estar bien, y ya es cuando miré hacia mi y todo eran cables y una sábana enorme que me tapaba entero.
Yo no notaba las piernas, por lo que empecé a tocarlas a ver que era lo que pasaba, ahí es cuando descubrí que mi pierna derecha no estaba bien, era demasiado grande y no podía moverla.
Yo muy angustiado llamé corriendo a un enfermero, el cual me explicó con voz de pena lo que había pasado…
Ahí es cuando dejé caer mi tronco incorporado hacia la cama dándome cuenta de que todo no había sido un sueño. Era una realidad…
Fueron días muy largos en el hospital, dolor, caras de pena, insomnio…
Poco a poco me fueron explicando la gravedad de las lesiones, una fractura abierta de fémur no iba a ser fácil de recuperar.
El resto de lesiones eran inexistentes para mi al ver la pierna así, fracturas en mandíbula, codo, rodilla, cadera…
¿Quién podría dormir esos días pensando que no iba a poder ser la misma persona de antes?
Fue un golpe muy duro e inesperado de madurez para un chico de 17 años.